La generación de valor no es solo monetización

Una sociedad de la felicidad se emparentó cercanamente con una sociedad del bienestar, entendiendo ambos conceptos como la sociedad formada por y para individuos localizados en el aquí y ahora sin negar el pasado y convirtiéndose en arquitectos tanto del futuro que le tocará habitar cómo de aquel que heredará a las futuras generaciones.

Un mundo mejor empieza con un medio ambiente seguro

Habitamos en un sistema interconectado en el cual los recursos deben ser gestionados sin las urgencias ni miradas de corto plazo. Entendiendo esa realidad debemos ser capaces de enfrentar los desafíos de productividad y desarrollo con la mirada puesta en el largo plazo, donde los apetitos de hoy no limiten las posibilidades de la vida futura. Debemos hacer hoy lo necesario para asegurar la existencia del futuro.

La equidad es la justicia aplicada al caso concreto

La equidad se caracteriza por el uso de la imparcialidad para reconocer el derecho de cada uno, utilizando la equivalencia para ser iguales. La equidad social no pretende eliminar las diferencias existentes, si no valorarlas y ofrecer un trato equivalente para superar las desigualdades sociales.

Economía social, solidaria y cooperativismo

Desde la declaración de los derechos humanos en 1948, vivimos en una sociedad que teóricamente reconoce la igualdad de las personas ante la ley, sin distinción de origen étnico, género o condición. Sin embargo, ponerlo en práctica no resulta tan sencillo, pues los cambios sociales no son inmediatos a las declaraciones y por lo tanto, las personas discriminadas históricamente requieren por ahora de políticas de apoyo para tener acceso a las mismas oportunidades. En ese contexto, es necesario buscar el desarrollo económico mediante un modelo de organización empresarial que considere la cooperación entre personas, la equidad y la generación de valor en donde se encuentre involucrada también la calidad de vida de los directa e indirectamente involucrados en el proceso.

Desarrollo a escala humana

Se vislumbra de manera resumida que la economía debe estar para servir a las personas y no las personas para servir a la economía, ya que el desarrollo debe referirse siempre a personas y nunca a objetos. Más aún cuando la economía es parte de un sistema mayor, la biosfera, que es finito, por lo tanto se puede buscar el desarrollo, más no el crecimiento infinito. Debemos hacer hoy lo necesario para asegurar la existencia del futuro.

Facilitar el desarrollo

La búsqueda de otorgar mejores condiciones de vida a un grupo determinado de personas normalmente se topa con la tentación de imponer desde fuera del ecosistema intervenido, en un modelo de desarrollo ajeno a esa comunidad. Desde esa realidad se hace necesaria la figura de la facilitación, es decir, de hacer posible desde las dinámicas intrínsecas del ecosistema intervenido.